A unos 3 kms de la ciudad de Castelo Branco, en un lugar de agradable belleza natural, se alza un imponente cerro de formación cuarcita, con densa vegetación endógena.
Desde la cabeza, se puede ver alrededor de toda la llanura del valle del Tajo y, en el lado oeste, se encuentra la ciudad de Castelo Branco.
En todas partes, en la base y en la colina de S. Martinho, surgen rastros de un pasado lejano no solo de la presencia romana en la región, sino también marcas de un pasado prehistórico.
Francisco Tavares Proença Júnior fue el primer arqueólogo en interesarse por los orígenes de la ciudad de Castelo Branco y, en otoño de 1903, el conocido arqueólogo inició una serie de excavaciones en el yacimiento, descubriendo tres corceles epigrafiados de la Edad del Bronce.
El Monte de S. Martinho se inserta en el llamado "Triángulo Arqueológico de Castelo Branco" que abarca el área entre las capillas de Srª de Mércoles, Santa Ana y la mencionada colina.
Fuente Del Ayuntamiento de Castelo Branco ( Patrimonio )